adultos-mayoresEn el gigante asiático acaba de entrar en vigor una modificación a la Ley de Protección de los Derechos y los Intereses de los Ancianos, que exige a los hijos adultos visitar a sus padres ancianos exponiéndolos a ser demandados y multados o, inclusive, recibir penas de cárcel en caso de no hacerlo.
Si bien la norma legal también ha despertado críticas, ya que no explicita -por ejemplo- la cantidad de visitas que deben realizar los hijos, ha sido alabada en todo el orbe ya que pone en la palestra un tema generalmente olvidado por autoridades y medios de comunicación.
El texto señala que «los hijos de padres mayores de 60 años deben visitar a sus padres frecuentemente y asegurar sus necesidades financieras y espirituales» y fue aprobada por la legislatura china tras conocerse reportes de padres adultos abandonados negligentemente, lo que resulta particularmente complejo en áreas rurales que cuentan con pensiones y un sistema de seguridad social modesto -más de una quinta parte de los adultos mayores chinos vive bajo la línea de pobreza, según cifras de la Escuela Nacional de Desarrollo de la Universidad de Pekín- que hacen que los adultos mayores dependan del apoyo de sus hijos.
La ley -que también estipula que los hijos no pueden renunciar a sus derechos a heredar en un intento por evadir su obligación de cuidar de sus padres- está destinada a despertar conciencia sobre el problema, según sus redactores, y en resaltar el derecho de los ancianos a solicitar apoyo emocional.
Según la agencia Xinhua, China tiene más de 185 millones de personas mayores de 60 años, y se espera que la cifra alcance 221 millones en 2015 y supere los 450 millones para 2050.
Para el diputado David Sandoval, presidente de la Comisión de Adulto Mayor de la Cámara Baja, «esta ley es destacable en el sentido que pone el énfasis y crea discusión sobre una problemática muy grave que también nos afecta en Chile, que es el abandono de los adultos mayores y que ahora incluso se está dando en China, que es una sociedad con un respeto y unos valores hacia sus ancianos profundamente arraigados pero que han debilitados por la competencia laboral y como consecuencia de la política del hijo único», sostuvo.
Respecto a la necesidad de legislar una norma similar en Chile, el diputado aseguró que no lo ve factible. «Es complejo que los padres se atrevan a demandar a sus hijos, acá hay sentimientos involucrados y me parece que en el caso de Chile se deberían entregar más atribuciones al Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) para que denuncie los abandonos. Yo presenté hace pocos meses un proyecto que fue aprobado por amplia mayoría y que entrega más atribuciones al SENAMA para fiscalizar hogares de personas de la tercera edad, certificando la calidad de funcionamiento de los centros de larga estadía de adultos mayores y creo que deberíamos ver un nuevo proyecto que recoja este grave problema», concluyó.
 
Fuente: asiapacifico.bcn.cl