Como nunca han estado expuestos a estas nuevas tecnologías, ni idea tienen que les ayudarán en la ampliación de su red social. A veces creen que su uso nada les aportará de novedoso a sus rutinas; por ejemplo, piensan que no hay quien reciba sus correos electrónicos o no saben a quién preguntar sobre cuestiones técnicas.
En varios países y también en Chile, se han desarrollado programas dirigidos específicamente a las personas mayores que facilitan el poder contar con los recursos tecnológicos y que incluyen la capacitación necesaria para utilizarlos. En esos programas también se ha buscado el que los equipos cuenten con las adaptaciones que permitan el uso por parte de personas con dificultades visuales, auditivas o limitaciones físicas por diversas patologías. También, se han preocupado de contar con páginas web o dispositivos que se adapten al uso por parte de personas mayores contando con letras más grandes y con información accesible de forma más simple.
Los adultos mayores afrontan numerosas restricciones físicas y mentales, algunas de ellas relacionadas con la edad, como la disminución de la capacidad visual, la pérdida de la memoria de corto plazo o el número creciente de enfermedades crónico-degenerativas, como la artritis. Estos padecimientos propios de la edad plantean todavía más obstáculos a vencer en el proceso de aprender y dominar las tecnologías. Aunado a esto, con frecuencia experimentan niveles más altos de ansiedad y tienen actitudes menos favorables que la gente más joven debido a que el contacto que han tenido con la tecnología ha sido menor y más tardío.
Sin embargo, y a pesar de estas limitantes como explica el Dr. Rubén Alvarado, especialista de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile: “La vida cotidiana actual y la que más adelante tendremos implica un creciente uso de tecnología no sólo en el domicilio, también, es habitual en centros comerciales, para el pago de estacionamientos y otros servicios, en los lugares de atención de público, para acceder a compra de entradas para espectáculos, etc., por lo tanto, el principal beneficio que tienen los adultos mayores es el mantenerse activos y con la posibilidad de realizar muchas actividades que les van a permitir disfrutar, entretenerse o solucionar algunos problemas que puedan tener. Si no logran mantenerse al día en el uso de las nuevas tecnologías comenzarán a sentirse aislados y para muchas situaciones en que les resulte inevitable utilizar tecnología van a tener que recurrir a terceros con las dificultades y eventuales riesgos que ello implica”.
Pero claro está que un beneficio adicional se refiere a las facilidades en la capacidad de comunicación y de acceso a la información que traen consigo estos elementos tecnológicos. Es así como, gracias al uso de ciertos programas de internet, personas con dificultades para movilizarse pueden conversar cara a cara con familiares o amigos, pueden leer diarios o buscar información que les interese, visitar lugares al otro lado del mundo, etc.
Frente a la enorme variedad de oferta tecnológica el Dr. Alvarado indica: “Que de los actuales elementos tecnológicos disponibles ninguno es particularmente recomendable. Lo que sí se puede recomendar es que los adultos mayores accedan a aquel que les resulte más conveniente. Se debe considerar los aspectos económicos y las facilidades para el uso de tecnología que tenga la persona. Además, debe tenerse en cuenta que la tendencia es hacia la integración de todas las herramientas tecnológicas en un solo producto, de tal manera, que si la persona dispone de un equipo con estas características puede acceder a televisión, telefonía, internet y redes sociales. En la medida en que se vaya produciendo un aprendizaje gradual van a poder aumentar la posibilidad de contar con una mayor cantidad de elementos tecnológicos”, señala.
En el mundo desarrollado se observa que las personas mayores cada vez se están incorporando con un creciente entusiasmo al uso de nuevas tecnologías. Esto es particularmente más frecuente en aquellos que se mantienen trabajando, que tienen un nivel educacional elevado y que son más activos socialmente. En países como Chile, la tendencia también va en ese camino, pero todavía es un proceso que es incipiente. La tecnología que más ha penetrado es la telefonía móvil y en segundo lugar, el uso de internet. Sin embargo, la participación en redes sociales como Facebook y otras es aún muy escasa.
Fuente: www.socgeriatria.cl