La pérdida de memoria es una amenaza siempre presente para los adultos mayores. En ella influyen:
- La angustia y la depresión, el aislamiento y la inactividad.
- Alcohol y medicamentos que pueden interferir con la atención y, eventualmente, producir daño cerebral.
- Mal estado general, con desnutrición, falla cardíaca o respiratoria, pueden repercutir sobre el funcionamiento cerebral.
- Enfermedades cerebrales: Alzheimer, lesiones vasculares o de otro tipo.
Para mantener la memoria deben evitarse estos factores que la amenazan, por una parte, y, por otra, debe mantenerse la actividad cerebral. Esto significa interesarse y pensar en lo que lo rodea, adquirir nuevos intereses, evitar la rutina. Es necesario interactuar con otras personas, saber qué sucede en la vida de sus familiares y amigos, colaborar en las tareas de la casa, de la comunidad o de los nietos.
Muchas veces es posible aprender o adquirir nuevas habilidades: seguir un curso, integrarse a un grupo de teatro, aprender jardinería o repostería.
- La actividad de la mente puede mejorar su memoria, estar interesado en hacer algo es bueno para el cerebro.
- El buen estado general favorece al cerebro.
- Una agenda puede ayudar a compensar una pérdida de memoria leve.
- Si la memoria falla mucho, consulte médico.
Fuente: Instituto del Envejecimiento.