A poco de conmemorarse un año de la muerte de la destacada actriz Myriam Palacios, otra víctima del alzheimer en Chile y de la ausencia de políticas públicas de salud que la ayudaran a afrontar su enfermedad, nos preguntamos acerca de cuán concientizados estamos los chilenos en torno a las demencias.
Pues como Myriam, son cerca de 200.000 las personas afectadas a lo largo de nuestro territorio y más de 1.000.000, si consideramos a sus familiares y/o cuidadores, quienes no cuentan con ningún tipo de apoyo por parte del Estado y que, en silencio, deben absorber todos los costos (sociales, psicológicos y económicos) asociados a este tipo de patologías.
Un escenario complejo, más aún si tomamos en cuenta las cifras que señalan que en nuestro país habrá más de 300.000 afectados en 2025 (1,7% de la población) y más de 600.000 en 2050 (3,5% de la población), lo que cada vez más representará un mayor costo para nuestro sistema de salud. Por tanto, urge que, como sociedad, asumamos la responsabilidad de las personas con demencia y les aseguremos un trato digno, más aún si consideramos que la carga socioeconómica de estas enfermedades, afecta al conjunto de la sociedad.
A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó en 2013 un enérgico llamado a que las naciones consideren a las demencias como una urgencia sanitaria, siendo prioritaria la implementación de planes de salud que mitiguen sus consecuencias.
En Chile, 2014 puede ser un año decisivo, en términos de avances de la iniciativa que el año pasado surgió desde la ciudadanía, conocida como la Ley Palacios. En su programa de trabajo, el próximo gobierno contempla la creación de una Comisión Asesora Presidencial, durante los primeros 100 días, que elaborará –participativamente- un plan nacional para abordar la discapacidad, la salud mental y el cuidado. Así como también, la generación de un Plan Nacional de Demencias (Alzheimer) y la creación gradual de 15 centros pilotos de atención, como dispositivos especializados.
Ciertamente, nos encontramos ante una iniciativa de política pública que toma en cuenta el grado de envejecimiento de la población chilena, las proyecciones demográficas, el estudio de carga de enfermedad, que sitúa al Alzheimer y otras demencias entre las primeras 20 causas específicas de pérdida de Años de Vida Saludable (AVISA), así como la ausencia de planes de atención efectivos que permitan convivir mejor con estas enfermedades y disminuir su impacto.
Como Corporación Profesional del Alzheimer y Otras Demencias (Coprad), confiamos en que éstos serán los primeros pasos firmes, en torno a leyes que aseguren el derecho a una vida digna a nuestros compatriotas que a diario conviven con estas patologías y a que Chile esté preparado para hacer frente a la epidemia del siglo XXI, como son las demencias.
Fuente: Corporación Profesional del Alzheimer y Otras Demencias (Coprad).