La organización de las Naciones Unidas decretó el 15 de Junio como el “Día Internacional Contra el Maltrato al Adulto Mayor”, con el objetivo de visibilizar una problemática social que, lamentablemente, afecta a la población adulta mayor transversalmente, sin distinguir raza, condición económica ni social.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato se puede definir como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. Puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas. También puede ser el resultado de la negligencia, sea esta intencional o no.
En muchas partes del mundo el maltrato de los ancianos pasa casi inadvertido. Hasta hace poco, este grave problema social se ocultaba a la vista del público y se consideraba como un asunto esencialmente privado. Incluso hoy en día, el maltrato de los ancianos sigue siendo un tema tabú, por lo común subestimado y desatendido por sociedades de todo el mundo. Sin embargo, cada día hay más indicios de que el maltrato de los ancianos es un importante problema de salud pública y de la sociedad.
El problema existe en los países en desarrollo y desarrollados y por lo general no se notifica en grado suficiente en todo el mundo. Tan solo en unos pocos países desarrollados hay tasas de prevalencia o estimaciones, que se sitúan entre un 1% y un 10%. Aunque la magnitud del maltrato de los ancianos se desconoce, su importancia social y moral salta a la vista.
La realidad en Chile.
En 2010 se reconoció el maltrato al adulto en la legislación chilena, entendido como violencia física, sicológica, abuso sexual, abuso patrimonial, negligencia y abandono, responsabilizando principalmente a la red familiar el deber de cuidado que se tiene hacia las personas mayores.
Los factores que hacen al adulto mayor una persona vulnerable frente al maltrato son: la pérdida del rol social, donde dejan de sentirse útiles e importantes, la baja autoestima, niveles de dependencia sobre todo si se sufre de enfermedades o molestias propias de la edad y los bajos niveles de ingresos que los obliga a depender económicamente de otros.
Las maneras de agredirlos pueden ser desde las más sutiles, como una frase aludiendo a sus limitaciones hasta las agresiones que traen consecuencias físicas como alteraciones orgánicas del sistema nervioso, trastornos del sueño, aislamiento, temor, etc.
El abusador por lo general es la persona que los cuida o vive a su lado, puede ser un miembro de la familia, un vecino, responsable de una institución. Para quien recibe este maltrato lo más doloroso es que provenga de sus hijos o nietos, a quienes ha contribuido a formar.
A veces las razones económicas son determinantes, ya sea porque ambicionan los bienes o herencia o porque éstos significan una carga financiera demasiado grande para sostener, muchas personas mayores no satisfacen sus necesidades básicas de alimentación y salud porque han sido despojados de sus ingresos.
En Chile, se han logrado avances para erradicar el maltrato hacia las “personas grandes. Es el caso del convenio suscrito entre SENAMA y el Ministerio Público para brindar atención y protección a los adultos mayores víctimas de delitos.
También el poder legislativo ha comprendido la importancia de proteger a los adultos mayores víctimas de maltrato. Los diputados de la comisión de Familia y Adulto Mayor aprobaron por unanimidad el proyecto de ley que establece que quienes hayan sido condenados por hechos ilícitos en contra del adulto mayor no pueden ser herederos. La iniciativa fue despachada a la sala para su pronta discusión y aprobación en la Cámara de Diputados.
Fuente: AMANOZ FUNDACION JUAN CARLOS KANTOR.