En el famoso Instituto Max Planck midieron a jóvenes veinteañeros y a octogenarios , y los resultados fueron sorprendentes.
Olvidar cosas puede ser una parte del envejecimiento que todo el mundo acepta, pero en un estudio hecho por investigadores en Alemania la gente mayor fue más consistente en las pruebas de memoria, a pesar de que en general los más jóvenes tuvieron puntuaciones más altas.
La evaluación se realizó en Berlín a 100 personas mayores, con edades comprendidas entre los 65 y los 80 años, y a 100 personas en los 20. Los participantes asistieron durante 100 días al Instituto para el Desarrollo Humano Max Planck, en la capital alemana, para hacer los exámenes.
El cerebro recuerda cosas cuando sus 100.000 millones de neuronas o células del cerebro se conectan. La memoria se forma cuando estas conexiones se fortalecen. La información de los sentidos se envía al córtex cerebral, y de allí a zonas de los alrededores del hipocampo. Esto «amarra» la memoria antes de que vaya al hipocampo, donde se le agrega información sobre el contexto o la ubicación.
La memoria «funcional», crucial para resolver problemas y hacer planes, es como una pizarra en el cerebro, y se encuentra en el córtex prefrontal. Se suele usar para recordar un número telefónico el tiempo suficiente como para hacer una llamada, pero luego se suele olvidar a no ser que pase a la memoria de largo plazo.
Las pruebas del estudio fueron diseñadas para probar distintos tipos de memoria. Los participantes tenían que recordar una lista de palabras o de números para memorizar al mismo tiempo que debían realizar simples cálculos aritméticos. La finalidad de esta prueba era retar su memoria «funcional».
La puntuación general para la gente mayor fue menor que la de los veinteañeros. Desde hace tiempo se sabe que el rendimiento cognitivo cae con la edad, debido a algunas pérdidas de células en el cerebro. Pero la doctora Carol Holland, directora del Centro de Investigación para una Vejez Sana, en la Universidad de Aston, en Inglaterra, considera que nosotros olvidamos mucho menos de lo que creemos.
«La memoria a largo plazo no cambia con la edad de una persona normal, somos tan buenos recordando poesía como cuando niños. Aprender cosas nuevas… aquí es donde empieza la diferencia. Pero hay una gran variabilidad, uno hombre de 80 años puede aprender tan rápido como uno de 19 años. Mientras que otro de esa misma edad puede tener problemas reales».
Holland considera que estos resultados son alentadores en la lucha contra los estereotipos sobre las personas mayores, al mismo tiempo que son un recordatorio de que la edad no tiene por qué estar en la raíz del problema.
El profesor Florian Schmiedek, jefe del estudio, se mostró sorprendido: «si comparamos a adultos jóvenes y de avanzada edad, el resultado interesante fue que, a lo largo de las nueve tareas, las personas mayores fluctuaron menos de un día a otro».
Además de evaluar la memoria, el equipo también les dio a los participantes cuestionarios para que evaluaran su estado de ánimo. Los adultos mayores parecieron estar más motivados en hacerlo bien en la prueba y se preocuparon menos sobre la vida y sus aspectos estresantes.
Ventajas de trabajo
¿Esto los hace en unos empleados más deseables? El profesor Schmiedek así lo cree, al menos para ciertos tipos de trabajo. «Con los trabajos que requieren el máximo desempeño, como corredores de bolsa o camarero en una discoteca, cuando tienes que hacer tu trabajo con una presión de tiempo y hacer tareas múltiples con muchas distracciones, los adultos jóvenes tendrán una ventaja. Pero si se trata de trabajos más rutinarios, como una fábrica, entonces el rendimiento más fiable de los adultos de mayor edad los podría poner en una situación de ventaja». (BBC).
Fuente: Instituto del Envejecimiento.