El envejecimiento demográfico es el aumento del promedio de edad de una población, pero a menudo se olvida que refleja el desarrollo económico y social . El componente fundamental en la prevención es sanitario, y en los ancianos dependientes debe valorarse el potencial de rehabilitación. La de-pendencia puede fluctuar en el tiempo, dependerá de la comorbilidad, la atención en la enfermedad aguda, el acceso a rehabilitación y condicionantes socioeconómicos. Envejecer no causa incapacidad Envejecer no causa incapacidad y dependencia por sí solo. Algunas personas se mantienen autónomas hasta el final de la vida; otras envejecen con discapacidad consecuencia de sus enfermedades: demencia, enfermedad cerebro-vascular y enfermedades degenerativas.
Fragilidad, comorbilidad, discapacidad y dependencia
Fragilidad, comorbilidad y discapacidad no tienen por qué presentarse a la vez. La discapacidad genera dependencia, como dificultad para realizar las actividades esenciales de una vida independiente, incluyendo las de la vida diaria y las importantes para la calidad de vida personal. Se asocia a mortalidad, hospitalización y aumento del gasto sanitario. A menudo, como consecuencia enfermedades, empeora la debilidad muscular, las alteraciones del equilibrio y la disminución de tolerancia al ejercicio. Suele desarrollarse de forma progresiva y a menudo debida a enfermedad aguda. La dificultad para moverse, la fragilidad preclínica y la hospitalización son sus principales factores de riesgo.
La fragilidad es un estado fisiológico caracterizado por un aumento de vulnerabilidad ante factores estresante por la disminución en las reservas fisiológicas y desregulación de sistemas, como el eje hipotalámico-hipofisario y la respuesta inflamatoria. Se dan 3 o más indicadores entre debilidad muscular, disminución de resistencia, pérdida de peso, escasa actividad física y disminución de velocidad de marcha. De manera sucinta sería el estado que precede a la enfermedad. Supone riesgo de mortalidad, discapacidad e institucionalización.
Envejecimiento activo y exitoso
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades para obtener bienestar físico, social y mental, y extender la esperanza de vida saludable, productividad y calidad de vida. No hay un patrón oro de envejecimiento con éxito, cada cual es, en parte, artífice del suyo, sin que ello exima a la sociedad de su contribución para transformar el envejecimiento habitual en satisfactorio.
Fuente: www.envejecimientoactivo.cl